Saluda a tu amígdala.
Tal vez no hayas oido hablar de ella. Tal vez si pero no sabías en qué parte de tu cuerpo se localizaba y cuál es su función.
La amígdala forma un papel muy relevante en el funcionamiento de nuestra vida y comportamiento.
La amígdala gestiona con gran precisión la emisión o inhibición de respuestas emocionales tanto a nivel consciente como inconsciente.
También permite asociar a las experiencias que vivimos sensaciones de gratificación o aversión. Participa tanto en emociones de alegría y felicidad como en otras emociones de carácter más adaptativo.
En este aspecto, una de las funciones principales de la amígdala y el hecho de que sea pieza clave de la supervivencia es la gestión del miedo. Es la que permite que podamos reaccionar tras percibir un estímulo potencialmente amenazador para la integridad física, estimulando o inhibiendo la respuesta de lucha/huida.
También afecta a la estructuración de recuerdos. Esto es debido a la asociación de recuerdos con estados emocionales.
De hecho, incluso cuando el hipocampo falla y no permite almacenar ciertos recuerdos, la amígdala permite que se preserve un cierto recuerdo emocional de una situación, por lo cual es posible, por ejemplo, que se tenga mucho miedo a los perros (memoria emocional) sin recordar por qué ocurrió esto (debido al estrés que se sufrió en un evento traumático con un perro, ese recuerdo "narrativo" de lo que ocurrió no se ha conservado). Por eso, su relación directa entre la amígdala y los procesos de estrés y ansiedad.
Cómo va vuestra amígdala, amig@s?
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